Salud intestinal sin antibióticos: el rol de los ácidos grasos de cadena media (MCFA)
En el contexto actual de la nutrición animal, la reducción en el uso de antibióticos promotores del crecimiento se ha convertido en una prioridad, extraída tanto por la normativa europea como por las exigencias de la demanda en el mercado. Ante este reto, los ácidos grasos de cadena media (MCFA), como el ácido caprílico (C8), cáprico (C10) y laúrico (C12), se han consolidado como una alternativa efectiva, natural y segura para promover la salud intestinal en los animales.
¿Qué son los MCFA y cómo actúan?
Los MCFA son ácidos grasos saturados con una longitud de cadena de 6 a 12 carbonos. A diferencia de los ácidos grasos de cadena larga, los MCFA se absorben rápidamente en el intestino delgado, sin necesidad de sales biliares ni emulsificación previa. Esta característica los convierte en una fuente de energía inmediata y fácil para los enterocitos (células intestinales).
Además, los MCFA tienen propiedades antimicrobianas naturales, especialmente frente a bacterias grampositivas como Clostridium perfringens o Staphylococcus aureus. Su acción desestabiliza la membrana celular de los patógenos, lo que contribuye a reducir las bacterias en el sistema digestivo y mejorar el equilibrio de la microbiota.
Beneficios para la salud intestinal y el rendimiento
El uso de MCFA en piensos favorece una mejor integridad de la mucosa intestinal, reduce los procesos inflamatorios, mejora la digestión y la absorción de nutrientes. Esto conduce a un alto rendimiento zootécnico, especialmente en etapas sensibles como el destete de lechones o la cría de pollos de engorde.
Varios estudios han demostrado que la posición de MCFA en la dieta puede reducir los efectos de la diarrea, mejorar el promedio diario y mejorar la inmunidad intestinal, disminuyendo así la necesidad de tratamientos antibióticos.
Una solución eficaz y sostenible
En Alper Krup ofrecemos mezclas formuladas a base de MCFA diseñadas para aumentar sus efectos digestivos y antimicrobianos al máximo. Estos productos se adaptan a diferentes especies animales y son adecuados para estrategias de producción sin antibióticos, proporcionando una herramienta efectiva para mejorar el cuidado de los animales de manera sostenible.